11 mar 2010

Recordando viejos tiempos.

Las pensiones y los jóvenes


Los jóvenes de hoy en día tendrán que trabajar más tiempo y alargar su vida laboral.


El Gobierno socialista recientemente propuso retrasar la jubilación a los 67 años. Coincidiendo con la cumbre de Davos que reunió al Foro Económico Mundial, el presidente Rodríguez Zapatero anunció que el Consejo de Ministros aprobaría una reforma del sistema de pensiones que alargará en dos años la vida laboral a las personas que nacieron después de 1959.

El progresivo envejecimiento de España (y Europa) y un considerable descenso de la población activa se han convertido en dos de las principales barreras para el crecimiento económico del Estado, que cada vez se hace más viejo y más pobre.

Para el 2025 la media de edad de la UE-27 llegará a los 45 años para esas fechas y la de Japón a los 50; mientras que Brasil rondará los 34 años de media, el conjunto de países del BRIC (Brasil, China, India y Rusia) estará en los 37; y China y Estados Unidos en los 39.

 


La táctica empleada en España será la siguiente: por un lado estimular a la empresa para que no obligue a jubilarse a sus trabajadores, ya que a partir de que cumplan los 65 años no hay que pagar las cotizaciones sociales. Eso sí, la última palabra está en manos del trabajador, la empresa no puede obligarle a que siga trabajando (faltaría más).
Y por otro lado se estimula al trabajador para que siga trabajando. ¿Cómo?
Muy fácil, soltando pasta. Por cada año que se trabaje de más el trabajador verá aumentada su pensión un 3%, hasta un máximo de un 15% si la jubilación se realiza a los 70 años. Parece que a partir de dicha edad no habrá más bonificaciones.
Se supone que de esta forma las cuentas le salen bien al Estado y al final paga menos pensiones. Tiene lógica. La esperanza de vida en España está sobre los 80 años. Por tanto, el Estado paga 15 años de media en pensiones. Si cada año pagara una unidad monetaria al pensionista, si el trabajador se jubilara a los 65 años el gasto en pensiones sería de 15 unidades. Si en cambio se jubila a los 70, por cada año el Estado gastaría 1,15 unidades monetarias (una unidad más el 15%), pero como sólo cobra 10 años, el Estado al final paga 11,5 unidades. Hay un claro ahorro.
Por otro lado al trabajador también le puede interesar económicamente, siempre que su sueldo de trabajador sea mayor que la futura pensión. Esto casi siempre es así, pero puede haber casos en los que la pensión sea mayor, ya que esta se calcula como la media de las cotizaciones de los últimos 15 años trabajados y el último trabajo no tiene por qué ser en el que más se cobre.
Una medida interesante sobretodo porque es opcional, pero me imagino que si no atrae a trabajadores obligará a tomar otras medidas no tan voluntarias.

 
 
La medida del gobierno quizás no sea acertada, pero es necesaria.
¿La razón? La edad media de España está aumentando vertiginosamente, y el paro también aumenta, por lo tanto, cuanto menos trabajo, menos pensiones y peor vida para los jubilados.
Aunque yo pienso, ¿por qué no tienen otras ideas? Como fomentar el nacimiento de más niños, y una mejor formación de los jóvenes para que la edad de España sea menor y haya menos paro.
   Cristina López Roldán.

 

Yo no he dicho nada, pero comparto opinión con mi compañera.

Beatriz Sánchez Pacios.

5 mar 2010

Los números y la bíblia

Aquí algunos de los números que salen en la biblia y su significado:

· El Uno (1)
Existe un acuerdo universal sobre el significado de este número. En todos los idiomas es el 
símbolo de la unidad, y en las Escrituras es considerado como el signo de la unidad divina y su supremacía absoluta: “No tendrás dioses ajenos delante de mí” (Éxodo 20:3).

Este orden da a entender que en Dios hay una suficiencia absoluta y una independencia que no necesita de nadie más. En Efesios 4:3-6, el apóstol Pablo describe un círculo completo, que consta de siete unidades distintas: un cuerpo, un espíritu, una esperanza, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios. Por lo tanto, el número uno es un número primario. Todos los otros números dependen del UNO. Precede y produce todos los otros números.
El número UNO es el número de Dios. Sin Él nada puede existir (Deut. 6:4; Is. 42:8; Zac. 14:9; 1Cor. 8:6; Gal 3:20; 1Tim. 2:5).
El número UNO está solo, independiente de todos los otros. Dios es independiente; nosotros somos dependientes.
Dios es UNO que es capaz de resolver cada problema. Su Palabra nos ha sido dada en forma e UN LIBRO, el UNICO LIBRO.


· El Dos (2)

Mientras que el número uno afirma que no hay otro, el dos indica que sí lo hay. Es un número que tiene un doble colorido, de acuerdo con su contexto.
El número dos es el número de 
división y separación. El número dos afirma que existe una diferencia.
Dios dividió la noche del día. Hay separación de los creyentes y los incrédulos. La raza humana está dividida en DOS clases: el primer Adán que fracasó y el segundo Adán que trajo la salvación.

El número DOS aparece muchas veces en la Biblia:

El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento
La Ley y la Gracia
La puerta estrecha y la puerta ancha
El camino angosto y el camino espacioso
Caín y Abel
Ismael e Isaac

Para testimonio se precisa de dos testigos (Deut. 19:15; 2Co 13:1). Caleb y Josué dieron testimonio de la tierra (Nm. 14:6-9). Fueron dos los espías enviados al otro lado del Jordán (Jos. 2:1). Dos olivos tipifican los dos testigos (Zac. 4:3; Apoc. 11:3-4). La Palabra de Dios y Su Juramento muestran la inmutabilidad de Su consejo (He 6:17-18). Dos tienen que estar de acuerdo al pedir (Mt. 18:19).


· El Tres (3)
El número tres es el número de 
unión, aprobación y consumación. **(también significa "perfección divina)
Las Escrituras, compuestas por la Ley, Profetas y los Salmos, dan testimonio de Cristo (Lc 24:44). Los elementos de la vida cristiana en esta escena son la fe, la esperanza y el amor. Un cordón de tres dobleces no se rompe pronto (Ec. 4:12) y se corresponde con la perfección en el testimonio.
Existe la prueba triple del hombre: los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida. Hay tres enemigos del hombre: el mundo, la carne y el diablo. El hombre es espíritu, alma y cuerpo.
Tres son los que dan testimonio en la tierra: El Espíritu, el agua y la sangre (1 Juan 5:8).


· El Cuatro (4)
El número cuatro es el 
número de la creación. Especialmente tiene que ver con la tierra. Hay cuatro puntos del compás: norte, este, sur y oeste. Hay cuatro estaciones: primavera, verano, otoño, invierno.
En la parábola del sembrador hay cuatro tipos de tierra: la tierra junto al camino, la de muchas piedras, la de espinos y la tierra buena (Mateo 13)
Hay cuatro evangelios que narran la vida de nuestro Señor en la tierra. Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
En el ordenamiento del campamento de Israel había cuatro banderas (Nm. 10). Ezequiel vio cuatro seres vivientes y cada uno de ellos tenía cuatro caras, etc. (Ez. 1:5-8).


· El Cinco (5)
El número cinco indica 
la gracia de Dios.
Las columnas del atrio exterior del Tabernáculo eran de cinco codos de altura, separadas por cinco codos de espacio.
En Isaías 9:6 cinco títulos se dan al Señor: Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Con cinco panes, Jesús dio de comer a los cinco mil.


· El Seis (6)
Falta, imperfección (una unidad menos que el número perfecto de siete).
El número seis es 
el número del hombre. Este número demuestra el estado triste de lo incompleto del hombre.
En el sexto día fue creado el hombre. El hombre tenía que trabajar seis días a la semana.
Salomón tenía seis gradas que ascendían a su gran trono (1Reyes 10:19); no fue lo suficientemente elevado para preservarlo de idolatría. Seiscientos sesenta y seis talentos de oro era lo que recibía cada año (1 Reyes 10:14); y sin embargo tuvo que confesar que todo era vanidad y aflicción de espíritu.
Los judíos en Caná tenían seis tinajas de agua para la purificación (Jn. 2:6), pero expresaban lo insuficiente de las ordenanzas para suplir necesidades del hombre.
El número de la bestia imperial será seiscientos sesenta y seis (Ap. 13:18). Imperfección en todos los aspectos.
Goliat era de seis codos de altura; llevaba seis piezas de armadura y el hierro de su lanza pesaba seiscientos ciclos de hierro.
Nabucodonosor hizo una estatua de oro de sesenta codos y de seis codos de ancho. Seis tipos de instrumentos indicaban el tiempo de adorar la imagen (Daniel 3)



· El Siete (7)
El número siete denota 
la plenitud, perfección y lo completo de Dios. Es uno de los números perfectos que deriva de una palabra hebrea que significa “estar pleno” o “estar satisfecho”.
Aun en el Antiguo Testamento la cifra siete jugó un papel muy importante, significando plenitud o conclusión de algo. Se entiende que no se trata de una plenitud aritmética, sino que es la plenitud “divino – profética”. El mundo fue creado en siete épocas, así también el castigo del mundo en el juicio final se llevará a cabo bajo la ley de la cifra siete. La causa del significado particular de la cifra siete radica en los siete Espíritus de Dios. Son estas siete raíces o siete fuentes que originan todos los fenómenos mundiales.

Veamos algunos ejemplos:

1.- Siete días de Dios en la creación del mundo (Génesis 2:2). Aquí vemos la plenitud y la terminación en la creación.
2.- Dios encomendó a Noé llevar en el arca siete pares de cada especie animal (Génesis 7:23). Se manifiesta aquí la plenitud de la salvación de la creación divina.
3.- Faraón vio en sueños a siete vacas, al comienzo gordas y luego flacas. Siete espigas, al comienzo llenas y luego vacías (Génesis 40:17-30). José interpretó ese sueño como plenitud de abundancia, seguida de completa escasez y hambre.
4.- Siete veces se rociaba con sangre el sacrificio ofrecido por el pecado (Levítico 4:6), significando la plenitud de limpieza.
5.- Siete veces tuvieron que recorrer los hebreos la ciudad de Jericó (Josué 6:1-5). Aquí se reflejó la plenitud de la victoria por la fe del pueblo de Dios, sobre sus enemigos.
6.- Naamán el sirio tuvo que zambullirse siete veces en el río Jordán (2Reyes 5:14) para obtener la plenitud de la sanidad. 

7.- Se dice acerca del justo que aunque siete veces cayere, volverá a levantarse (Proverbios 24:16). Esta es la plenitud de la gracia que levanta al justo. 

Teniendo ahora por delante estos ejemplos, pasemos al libro de Revelación y veremos que allí también la cifra siete significa una plenitud simbólica.

1.- Siete Iglesias (Apoc. 1:4). La iglesia es la plenitud de Cristo (Efesios 1:22-23).
2.- Siete Espíritus (Apoc. 1:4). Es el símbolo de la plenitud del Espíritu de Dios que todo lo llena (Salmos 139:7; Hechos 2:4; 1Corintios 2:10).
3.- Siete candeleros (Apoc. 1:12). Es el símbolo de la plenitud de luz de la iglesia en este mundo (Mateo 5:14-16; Filip. 2:15).
4.- Siete estrellas (Apoc. 1:16). Las estrellas simbolizan a los oficiales de la iglesia. (Apoc. 1:20; Daniel 12:3). En el caso presente significa la plenitud del servicio de ellos en la iglesia (Efesios 4:11-13).
5.- Siete sellos (Apoc. 5:1), es la plenitud del misterio divino (Daniel 12:9).
6.- Siete cuernos de un cordero (Apoc. 5:6), es la plenitud del poder de Cristo (Salmos 89:18; Miqueas 4:13).
7.- Siete ojos (Apoc. 5:6), la plenitud del que todo lo ve (Juan 2:24-25).
8.- Siete trompetas (Apoc. 8:2), es la plenitud del castigo del mundo (Levítico 26:28).
9.- Siete truenos (Apoc. 10:3), es la plenitud de acción (Éxodo 19:16, 20:18-19, 1Samuel 7:10).
10.- Siete copas llenas de la ira de Dios (Zacarías 7:12; Apoc. 14:19).
11.- Siete cabezas del dragón (Apoc. 12:3), es la plenitud de la sabiduría satánica (Ezequiel 28:13).

De todas estas cifras podemos ver que la cifra siete, en la Biblia significa realmente plenitud de aquel evento en relación al cual está. Por lo tanto, las siete iglesias también ilustran la historia plena del cristianismo, de todos los tiempos y en todos los lugares.
En Hebreos hay siete cosas mejores. Jesús hizo siete declaraciones en la cruz. Dios descansó el séptimo día. Hemos de perdonar setenta veces siete.


· El Ocho (8)
El número ocho es 
un nuevo comienzo fuera del orden de la creación, aunque relacionado con él, en resurrección. El día octavo es un nuevo comienzo. El primer día de la semana es como un día de resurrección.
Ocho personas fueron salvas del diluvio. Los niños judíos fueron circuncidados en el octavo día.
David era el octavo hijo de Isaí; Salomón era el octavo hijo de David. Habían ocho escritores del Nuevo Testamento: Mateo, Marcos, Lucas, Juan, Pablo, Santiago, Pedro, Judas.

· El Nueve (9)
El número nueve es el número de
 juicio y de finalidad. *(también representa el fruto del Espíritu Santo).
Jesús fue crucificado a las nueve de la mañana y murió a la hora novena del día. Hay nueve frutos del Espíritu en Gálatas 5:22-23 e indica la finalidad por qué nada más es necesario. De igual manera, hay nueve dones espirituales en 1Corintios 12:8-10.


· El Diez (10)
El número diez es otro número perfecto. Indica 
la perfección de la orden divina y la responsabilidad humana.
El hombre tiene cinco dedos en cada mano, en total diez. Los diez dedos del pie indican la responsabilidad del hombre en el camino del creyente.
Faraón fue visitado por diez plagas (Ex. 7:12). Los Diez Mandamientos (Ex. 34:28). Abraham dio el diezmo del botín a Melquisedec (Gn. 14:20).
Los israelitas daban una décima parte a los levitas, y ellos daban una décima a los sacerdotes (Nm. 18:21-26).
Diez vírgenes fueron a encontrar al esposo (Mt. 25).
Eran diez los siervos a los que se les confió las minas (Lc. 19:13). 



Todo esto esta sacado de: http://forocristiano.iglesia.net/showthread.php/31443-La-numerologa-bblica-y-el-significado-de-los-nmeros-1-al-10


Saludos, Cristina.

Información interesante


He encontrado una página web interesante con muchísimos enlaces a diferentes cosas (actividades, noticias) que nos pueden ayudar para hacer los trabajos de religión.
Así que aquí la dejo y me despido sin más, que hay que estudiar para terminar bien la evaluación.
http://www.ciberiglesia.net/red/clase-religion.htm

Un saludo, Cristina.

4 mar 2010

La cuaresma




La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo.
La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdaderos creyentes que debemos vivir como hijos de Dios.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual.
En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un camino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitudes cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.
Por ello, la Cuaresma es el tiempo del perdón y de la reconciliación fraterna. Cada día, durante toda la vida, hemos de arrojar de nuestros corazones el odio, el rencor, la envidia, los celos que se oponen a nuestro amor a Dios y a los hermanos. En Cuaresma, aprendemos a conocer y apreciar la Cruz de Jesús. Con esto aprendemos también a tomar nuestra cruz con alegría para alcanzar la gloria de la resurrección.
40 días
La duración de la Cuaresma está basada en el símbolo del número cuarenta en la Biblia. En ésta, se habla de los cuarenta días del diluvio, de los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, de los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, de los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
En la Biblia, el número cuatro simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la tierra, seguido de pruebas y dificultades.
La práctica de la Cuaresma data desde el siglo IV, cuando se da la tendencia a constituirla en tiempo de penitencia y de renovación para toda la Iglesia, con la práctica del ayuno y de la abstinencia. Conservada con bastante vigor, al menos en un principio, en las iglesias de oriente, la práctica penitencial de la Cuaresma ha sido cada vez más aligerada en occidente, pero debe observarse un espíritu penitencial y de conversión.


Información sacada de aqui